El perezoso gigante Megalocnus Rodens

El mamífero prehistórico habitante de Cuba

Información proporcionada por el Museo de Historia Natural de Cuba, adaptada por Danilo Renzi.

El perezoso gigante cubano cuya especie es megalocnus rodens

El perezoso natural gigante cuya especie es megalocnus rodens, fue descubierto en 1910 por el Dr. Carlos de la Torre y Huerta, el cual se ve retratado en una foto con el esqueleto del animal y el busto del científico cubano Felipe Poey, uno de los principales impulsores del Museo de Historia Natural de Cuba.

El naturalista científico cubano Carlos de la Torre y Huerta
La foto donde se ve retratado Carlos de la Torre y Huerta con el esqueleto del megalocnus rodens y el busto de Felipe Poey

Se documenta que esta especie de perezoso fue el mamífero terrestre más grande de Cuba. Según varios estudos, el megalocnus rodens proviene de América del Sur y empezó a vivir en Cuba hace alrededor 30 millones de años. El animal se extinguió hace unos 4200 años. No se conocen las razones de la extinción.

El megalocnus rodens cubano fue un animal corpulento que podía alcanzar un metro y medio de largo y llegar a pesar hasta 200 kg, más o menos el peso de un oso pardo adulto. Sin embargo, a pesar de su aspecto temible, se dice que era vegetariano.

En el Caribe han vivido otras especies de perezoso también, pero de menor tamaño, como el imagocnus, el mesocnus y el neocnus, el más pequeño de todos, ya que tenía apenas 40 centímetros de longitud. En cuanto al Megalocnus rodens o perezoso cubano, a pesar de su tamaño, tenía depredadores, por ejemplo el murciélago vampiro, también extinto hoy, que se alimentaba de su sangre, la lechuza gigante o el águila cubana, además de otras aves de talla gigante.

Según la opinión de algunos científicos, cuando los primeros aborígenes llegaron a Cuba, ya el megalocnus rodens se estaba extinguiendo, aunque conviviesen mil años juntos. Incluso se llegó a pensar que los aborígenes llegaron a alimentarse del megalocnus rodens y quzás haya sido esta la causa final de su extinción.

Finalmente se dice que el Megalocnus rodens vivió en muchas localidades de Cuba, sin embargo se han encontrado restos principalmente en las provincias occidentales y centrales e, incluso, en la Isla de la Juventud.

El mapa de Cuba donde más se encontraron los restos del perezoso megalocnus rodens
Localidades donde han sido hallados restos de megalocnus rodens

El esqueleto que se encuentra en el Museo de Historia Natural de Cuba es una de las piezas más valiosas de este museo. Es el segundo ejemplar existente en el mundo, el otro está conservado en el museo del mismo nombre en Nueva York. El ejemplar del museo de Historia Natural de Cuba proviene del abundante material fósil de esta especie hallado en 1910, en los baños de Ciego Montero, de la provincia de Cienfuegos, una de las provincas donde se han encontrado el mayor número de restos.

El ya mencionado naturalista cubano Dr. Carlos de la Torre y Huerta envió este material al American Museum of Natural History of New York para su estudio. Por supuesto, los esqueletos de los ejemplares existentes no llegaron completos. Se montaron a partir de los restos en el museo de Nueva York y se lograron dos esqueletos casi completos, uno de los cuales, como sabems, es conservado en el museo de Cuba. Este esqueleto está impreso hasta en un sello de la filatelia cubana, estampado en 1956, en honor al centenario del nacimiento del Dr. Carlos de la Torre y Huerta.

El sello dedicado al fósil del megalocnus rodens
Este sello fue estampado en 1956, en ocasión del centenario del nacimiento del Dr. Carlos de la Torre y Huerta

Conclusión

El megalocnus rodens es uno de los animales prehistoricos más auténticos e impresionantes de Cuba. No es endémico, porque como hemos visto, proviene de otras zonas de Américas, pero su presencia en el archipiélago cubano ha sido determinante, especialmente porque, como también hemos visto, su extinsión coincidió con la llegada de los arborígenes en Cuba. Lo que significa todo un campo de estudio para la ciencia cubana. Repito, esta reliquia es la segunda que existe en el mundo y es la más completa de las dos. Su sola visita justificaría un viaje a Cuba, especialmente si usted es un estudioso de historia natural.

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