El Museo de la Casa Natal de José Martí

Por Luís Suárez, estudiante de periodismo.

La casa natal de José Martí

La fachada del la casa natal de José Martí

El Museo de la Casa Natal de José Martí ha sido fundado en 1925, 75 años después de su nacimiento, el 28 de enero de 1853, en una habitación de este mismo lugar y su objetivo es hacerle homenaje al lugar de nacimiento del héroe nacional de Cuba.

El museo se ubica en calle Leonor Pérez #314, entre Egido y Picota, La Habana Vieja y, desde 1994 es monumento nacional subordonado a la Oficina del Historiador de La Habana.

Los padres de José Martí, Don Mariano Martí y Leonor Pérez, vivieron allí hasta tres años después del nacimiento de este. Luego, la casa tuvo diversos propietarios hasta que fue adquirida en 1900 por la Asociación de Señoras y Caballeros por Martí y entregada nuevamente a Leonor Pérez, quien hizo estancia durante los 5 años posteriores.

La tarja que aparece en la fachada de la vivienda, entre las dos puertas de la habitación del segundo piso donde Leonor Pérez dio a luz a José Martí, fue colocada en 1889 por emigrados cubanos radicados en Cayo Hueso, Estados Unidos, precisamente para resaltar ese acontecimiento.

La vivienda fue convertida en museo, gracias al periodista Arturo de Carricarte de Armas, quien estuvo al frente de un grupo que compiló y preservó documentos, objetos y prendas relacionadas con el Apóstol.

Patio interior de la casa natal de José Martí
El patio interior del museo Casa Natal de José Martí

El museo fue declarado Monumento Nacional en 1949 y durante las celebraciones por el centenario del natalicio de José Martí, recibió como donación, el cierre de grillete que le colocaron a este cuando joven, el 21 de octubre de 1869 en la Real Cárcel de La Habana.

El 28 de enero de 1963 la casita natal adquirió oficialmente el nombre de Museo Casa Natal José Martí. Durante muchos años el Consejo Nacional de Cultura estuvo al frente de los proyectos de restauración y rehabilitación, y se encargó de enriquecer sus colecciones con el rescate de documentos y objetos de interés que estuvieron bajo el cuidado del Archivo Nacional de Cuba, el Museo Nacional de Bellas Artes y otros organismos y actualmente la Oficina del Historiador de la Ciudad rige lo que sucede, desde el punto de vista constructivo.

Ocho salas para conocer la historia de José Martí

La primera sala del Museo no podía ser otra que la misma habitación donde nació José Julián Martí Pérez. Sin embargo, para poder llegar a esta, el visitante, después de entrar por la puerta principal, debe transitar parte de la Sala 7 y penúltima, para encontrar una estrecha escalera que conduce al segundo piso. Una vez arriba, la sala que aparece es la número 2, y luego de esta, entonces sí nos recibe la Sala 1.

Allí, en la pared, una placa conmemorativa indica: "En este lugar nació José Martí y Pérez. El viernes 28 de enero de 1853". Precisamente el espacio está dirigido a recordar el nacimiento y las etapas de la niñez, adolescencia y juventud del héroe cubano. Por eso, se puede apreciar una trenza de pelo de cuando tenía 4 años de edad, una cucharita de paladeo usada por él y sus siete hermanas, un gorrito y toallita que pertenecieron a su canastilla, entre otras pertenencias.

El cierre de grillete que llevara puesto Martí en la Real Cárcel de La Habana también forma parte de la colección. De su mamá Leonor Pérez, existen algunos objetos, entre los que se encuentra un abanico.

La segunda sala nos permite conocer de su paso por algunos países y las circunstancias que lo obligaron a esto. Por ejemplo, fue deportado a España en 1871 donde permaneció hasta 1874. Luego vivió en México entre 1876 y 1877, periodo en el que por breve tiempo también hizo estancia en Guatemala.

En esta sala se podrá conocer el facsímil del Expediente que le hicieran en la española Universidad de Zaragoza entre 1873 y 1874, la leontina que le obsequiaran sus alumnos en la Escuela Normal de Guatemala y una copia del Álbum-recuerdo de su boda con la joven cubana de la provincia de Camagüey: Carmen Zayas-Bazán, matrimonio celebrado en México en 1877.

La leontina que le obsequiaron a José Martí en Guatemala
Leontima obsequiada a José Martí por sus alumnos de la Escuela Normal de Guatemala y que usó hasta poco antes de su muerte

La Sala 3, ubicada en el primer piso, al fondo de la casita natal, ilustra la presencia de Martí en La Habana en 1878 y 1879, tras su retorno a Cuba. En este espacio se hace énfasis en su relación con instituciones culturales y sus actividades en contra del gobierno español de la Isla.

Se pueden observar allí, gracias al ingenio de sastres de la Oficina del Historiador de la Ciudad, una réplica de un frac, que usó durante sus presentaciones en el Liceo de Guanabacoa, municipio habanero donde está el original. Así como la mesa que usó en 1879, mientras ejerció la abogacía en un bufete de La Habana Vieja.

Lo más relevante que puede aportar esta sala a nuestro conocimiento es el hecho de que el 22 de noviembre de 1878 nació José Francisco Martí Zayas-Bazán, el único hijo del héroe cubano. Al lado de esta y también al fondo se encuentra la Sala 4, donde una urna de cristal se dedica a objetos que pertenecieron a José Francisco Martí.

Detalles de la llegada del Apóstol a Estados Unidos en 1880 y su estancia en Venezuela en 1881 forman parte del primer acercamiento que nos propone la cuarta sala. También nos aproxima la labor de José Martí como cónsul de Nueva York, de Uruguay (1884-1891), Argentina y Paraguay (1890-1891), tras su regreso a Estados Unidos; y nos pone al tanto de cómo renunció a estos cargos para dedicarse a preparar desde el exterior la Guerra de Independencia en Cuba, conocida como Guerra de 1895.

Forman parte de la colección un monograma en oro de una billetera suya y un ejemplar de la revista La Edad de Oro, publicación que creó y dedicó a los niños de América. Importantes y antiguos documentos, colocados en las paredes tras cristales y esparcidos por todo el museo contribuyen a una mejor comprensión de cada etapa de su vida.

Publicación de La Edad de Oro con la dedicación original de José Martí
La Edad de Oro, una de las obras más famosas del escritor, dedicada a los niños de Latino América

En la sala 5 se recrea la oficina desde la que José Martí desplegó una destacada labor como cónsul en Nueva York, ubicada en la habitación número 13 del edificio 120, de la Front Sreet. Un retrato suyo al óleo, hecho en 1891 por el artista sueco Herman Norman y el escritorio y la mesa de reuniones traídos de la misma oficina que fue además, sede del Partido Revolucionario Cubano, fundado el 10 de abril de 1892, ayudan a la ambientación del lugar.

Dispacio donde José Martí trabajó durante los años de su exilio (reproducción)
Reproducción de la oficina utilizada por José Martí durante su permanencia en Estados Unidos

Tratar de reproducir un sitio así ha sido necesario si tenemos en cuenta que además de ser sede de la obra cumbre de Martí: El Partido, allí se redactaba Patria, periódico de proyección revolucionaria que circuló por primera vez el 14 de marzo de 1892, acontecimiento por el que en la actualidad se celebra en esa fecha el Día de la Prensa Cubana.

La sala 6 contiene objetos y documentos que delatan las acciones de que José Martí desplegó desde diferentes países y como delegado del Partido Revolucionario Cubano, para reiniciar las luchas por la independencia en Cuba, las que habían estallado el 10 de octubre de 1868 y fracasado por causas como la falta de unidad. Ilustra también las circunstancias en que el 24 de febrero de 1895 se reinició la Guerra, por el Oriente de Cuba.

Se hallan allí un sombrero que le fue obsequiado a Martí el 28 de enero de 1894 por su amigo ecuatoriano Eloy Alfaro, quien fuera más tarde presidente de la República de Ecuador en los periodos (1897-1901) y (1906-1911); y el tintero y la pluma del dominicano Máximo Gómez, que fueron utilizados por el héroe cubano el 25 de marzo de 1895 en la redacción del Manifiesto de Montecristi, documento en el que se exponen las ideas que justifican la organización de la Guerra de 1895.

Es posible conocer, además, que luego de la firma del Manifiesto en República Dominicana, José Martí emprende un viaje junto a Máximo Gómez y otros patriotas hacia Cuba para incorporarse a la guerra que había comenzado el 24 de febrero. Para hacerlo pasan primero por Cabo Haitiano, Haití.

Por su parte, la Sala 7 expone una réplica del Nordstrand, el carguero alemán que los acercó a Cuba, posibilitando que llegaran el 11 de abril de 1895 a Playitas de Cajobabo, ubicada en Guantánamo. La sala también recuerda la caída en combate de José Martí el 19 de mayo de 1895 en Dos Ríos, territorio que pertenece a la provincia de Granma.

Carguero alemán utilizado por José Martí
Nordstrand, el carguero alemán con el cuál José Martí arribó a Cuba para incorporarse a la Guerra de Indipendencia del 1895, donde caerá en combate

El museo tiene el honor de preservar objetos que llevaba Martí cuando cayó en combate. Estos son: un cortapluma, las espuelas y una escarapela que había pertenecido anteriormente a Carlos Manuel de Céspedes, a quién se conoce como el Padre de la Patria, e iniciador de las guerras por la Independencia de Cuba el 10 de octubre de 1868.

Cortapluma, escarpela y espuelas, últimas pertenencias de José Martí
Objetos poseídos por Martí cuando cayó en combate, en estos objetos se observan cortapluma, espuelas y una escarpela

Presente también en la colección la Orden Nacional José Martí (que es la máxima condecoración que otorga el Consejo de Estado de Cuba a personas que realizan hazañas excepcionales), la cual fue llevada al cosmos por el astronauta Arnaldo Tamayo Méndez, el primer cubano en ascender al espacio el 18 de septiembre de 1980; y quien la donó al museo en una visita que hiciera el 19 de mayo de 1981.

Mientras que la Sala 8, muchas veces inadvertida, por encontrarse encima de la número 3, tiene estrecha relación con la Sala 6 y resguarda por ejemplo, partes de una cama en la que durmió José Martí durante su estancia en Cayo Hueso.

Cama donde durmió José Martí en su estancia en Cayo Hueso
Partes de una cama donde durmió José Martí durante su estancia en Cayo Hueso

Conocer al más universal de los cubanos

Por la huella que dejó en varios países del mundo y por su inmensa obra de proyección mundial, José Martí también es considerado el más universal de los cubanos. Para comprobar la validez de este calificativo basta con llegar hasta el Museo Casa Natal donde la historia se nos presenta de forma amena a través del recorrido por sus ocho salas expositivas, abiertas al público de martes a sábado (9:30 am a 5:00pm) y los domingos (9:30 a 12:00).

Los niños menores de 11 años pueden acceder al mismo de forma gratuita, mientras que los demás visitantes deben abonar 2 cuotas en la moneda que le corresponde. Para conocer más sobre el Héroe Nacional de Cuba, justo al frente del museo se encuentra la Biblioteca Fermín Valdés Domínguez, abierta de lunes a sábado, de 9:30 am a 4:30 pm, con más de mil 500 libros a disposición de cualquier persona interesada.

El Museo Casa Natal José Martí, distinguida por los colores amarillo en sus paredes, azul en ventanas y puertas, se considera también un Complejo Cultural por las variadas actividades que promueve, dirigidas principalmente a los niños de la comunidad y la cercana escuela primaria Mariano Martí.

Convencidos de que José Martí fue un hombre de talla excepcional, es imprescindible darle una visita a este museo. De esta forma, el visitante no solo podrá sentirse parte de los otros 60 mil que llegan al lugar todos los años, sino que estará conociendo también una parte esencial de la historia de Cuba.

Sobre el autor

El autor Luís Suárez

Luís Suárez

Apasionado de ciencias sociales y humanísticas, comenzó sus estudios en periodismo en el 2016 en la Universidad de Oriente, Santiago de Cuba, donde recibió instrucción universitaria sobre prensa plana, digital, radial y televisiva, habiendo sucesivamente puesto en práctica los conocimientos adquiridos en algunos de los principales medios de comunicación nacionales. Su especialidad favorita son los temas históricos, donde desplega un espíritu indagador. Al momento de escribir este artículo vive en La Habana y continúa estudios.
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